miércoles, 4 de febrero de 2009

Una de romanos



Este es el teatro romano de Mérida. Aprovecho la ocasión para contar una curiosidad.
Iba yo a visitar el teatro y veo en la taquilla de entradas que el horario de visitas era de 9:30 a 13:45; eran las 13:30 y la entrada valía 4 euros. Claro, 4 euros para 15 minutos no valía la pena.
Total, que le digo al portero: oiga, ¿no podría usted dejarme echar un vistacito?. El hombre, regordete y de aspecto bonachón, mira en derredor y me dice, venga, pasa.
De camino hacia adentro yo pensé: éste debe ser un buen hombre, igual hasta es feliz.
Más tarde, cuando estaba dentro del coche para iniciar la marcha, me lo veo caminando por la acera con las manos en los bolsillos y silbando.
Entonces ya no tube dudas: ese hombre es un hombre feliz.
Desde aqui vuelvo a darle las gracias.

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