Esta es Lisboa desde uno de sus siete miradores. Hablan de París como la ciudad de la luz, pero, que va..., la ciudad de la luz es sin duda Lisboa. Y da igual en qué época del año sea. Yo también la veo naif. Desde los tranvías -elétricos- hasta los adoquines de las aceras. Un consejo: que nadie abandone Lisboa sin haber tomado una "vica" en A Brasileira ni haber dado un paseo por Alfama, de noche.
2 comentarios:
Exacto, viva el señor conserje!! porque ha dado en el clavo.
Lisboa es vieja y, además, decrépita. Lisboa y los lisboetas. Por eso me gusta tanto.
Mari Carmen, si regresas a Lisboa tienes que entrar por el fado. Pero no vayas a un local lujoso, en donde se escuchan fados mientras se cena. No. A poco que preguntes, alguien te dirá dónde cantan el fado los "amadores". A partir de entonces, verás Lisboa de forma diferente.
Lo cierto es que a Lisboa le están lavando la cara y con ello se están llevando, poco a poco, esa pátina que a mi tanto me gusta.
Ay!, Lisboa...
Con ustedes dos me gustaría volver a recorrer Lisboa.
Para conocerla hay que romper los zapatos.
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